Se ubica en el centro-oeste de la provincia de Zamora, siendo sus límites aproximados: al norte la Sierra de la Culebra, al oeste el río Aliste, al sur el embalse de Ricobayo y al este el río Esla.
Dentro de este marco que abarca las diferentes localidades, se pueden establecer pequeñas diferencias entre los pueblos que quedan al oeste de las estribaciones de la Sierra, con un paisaje más sinuoso y unas costumbres más alistanas, y los del este, más llanos, mejor comunicados y partícipes de los modos de Tierra de Campos.
El paisaje es el propio de la España Mediterránea, aunque con alguna influencia Atlántica. Las temperaturas oscilan entre los 4º C de media en invierno a los 30º C en verano. Las precipitaciones medias son de 30 mm. en verano y 114 mm. en invierno. Estas grandes oscilaciones son claramente representativas de un clima continental.
La principal actividad de la población es la agricultura y la ganadería. De los aproximadamente 500 Km. cuadrados de la comarca, en el año 1.982, el 52,8% era terreno de labor, cuando en la provincia era el 40%.
La densidad ganadera se cifraba en 16,48 U.G. (Unidades Ganaderas, equivalentes a vacas de 500 Kg. Por cada Km. cuadrado) mientras que en el resto era de 27,5 U.G. Sin embargo la cabaña de ovino y caprino superaba la media regional en casi un 10%.
Teniendo en cuenta estos datos y que, en general, las explotaciones son mixtas, es decir, agrícolas y ganaderas, se puede obtener una idea del potencial que este sector tuvo años atrás. En la actualidad se puede observar un descenso tanto en la agricultura como en el ganado bovino. Hoy el trigo y la cebada conviven con productos, como el girasol, de mayor rentabilidad. La cabaña ovina y caprina se ha estabilizado y parece que aumenta el ganado porcino.
Los métodos de producción se han tecnificado, aumentando el número de tractores, las estabulaciones o el uso de abonos o pesticidas; sin embargo, los productos finales con sus plusvalías siguen marchando lejos. No hay industrias queseras, mataderos o fábricas de piensos.
La única industria existente en la zona ocupa alrededor de ocho obreros, por lo que se puede afirmar que este sector productivo es inexistente.
En cuanto al sector terciario, en la actualidad ocupa a casi el 50% de la población activa. El comercio de tipo familiar, los pequeños talleres, los bancos o la hostelería son trabajos muy extendidos.
Mención aparte merecen las "cuadrillas" de albañiles que tanto proliferan en estos lugares. Unos trabajan con total dedicación a este oficio, a otros les sirve de complemento en la renta familiar, alternando la construcción en temporada alta con la agricultura o la ganadería en la baja.