Apuntes sobre la población
La fuerte emigración ha dejado casi despoblada la comarca en sucesivas oleadas coincidiendo con el auge industrial.
La emigración fue muy fuerte en la década de los sesenta. Las corrientes migratorias se produjeron especialmente hacia el País Vasco, Asturias, Madrid, Cataluña y paises centroeuropeos, dando lugar a una reducción drástica de la natalidad y a un envejecimiento de la población.
La concentración de servicios y por lo tanto el alejamiento del lugar de residencia, la falta de infraestructuras y por fin los bajos alicientes que para la juventud ofrece el mundo rural, completan el cuadro de lamentos, no por típicos menos ciertos, que salen a primera página.
En el siguiente cuadro se puede ver la evolución de la población años atrás:
Como puede observarse en los totales, la disminución entre los censos del año 70 y del 80 fue del 22%. Entre el 81 y el 91 la pérdida fue del 21%.
Es decir, cada década la población disminuye en la comarca alrededor de un 21.5%, aunque posiblemente este descenso se reduzca durante esta última década porque el mercado laboral está muy saturado en todo el país, lo que hace más difícil la emigración.
Sin embargo, con ser grave el problema del descenso de población, no es el único. La distribución por edades presenta también serias amenazas de futuro. Las pirámides de población son invertidas en algunas localidades o bien casi rectangulares en las demás. Son pirámides claramente atípicas. invertidas, mostrando un progresivo ensanchamiento desde las edades medias hasta el final y un estrangulamiento en la parte inferior, en los tramos que corresponden a personas de 0 a 45 años.
A pesar de estos datos tan pesimistas, existen una serie de factores que pueden desencadenar un cierto desarrollo, o al menos mantenimiento, de la zona: la gente joven que ahora trabaja en el campo, la iniciativa en creación de empresa (talleres y pequeñas industrias), la mala situación de la industria en general que evita la emigración, los programas y ayudas al desarrollo rural a nivel institucional (fondos regionales y europeos) y la vuelta a una vida de calidad, no sólo en cuanto a comodidades, pensando en limpieza de aires, ruidos,... Todo ello hace ver el futuro con cierta esperanza.
